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martes, marzo 27, 2012

A man and a woman (1966)

Maneja con precaución.
El video C'était un rendez-vous de 1976 ha sido eliminado de varios canales de videos, pero aquí les dejo un documental.



 

Así como me pasa con las relaciones de tipo familiar, social, laboral o amoroso, la relación entre un carro y el hombre, no la comprendo. Un hombre puede llorar después de manejar a alta velocidad y no estoy hablando de las lágrimas que provoca la exposición al aire a velocidades altas, si no a la emoción, la tensión que se genera al manejar a alta velocidad; también pueden llorar por el solo hecho de ver la constitución de un carro; los he visto levantar la ceja atentos a los detalles de un carro que no conocen, atentos a los pro, los contra, y al final siempre hay algo que los sorprende, entonces sonríen como niños, vuelven a echar un vistazo al carro y puedes ver en un segundo que si el carro hablara, llorarían. ¡Pero espera!, qué pasa cuando se enciende el motor... allí es cuando el hombre que se ha enamorado de un carro, puede llorar. Realmente ver esto es maravilloso, pero aun así no comprendo, es decir, a mí emociona, pero no tengo ese "click", esa relación especial con un carro. ¡Porque no soy hombre!, es decir, ¿de dónde proviene esa pasión? ¿De dónde proviene ese amor?
Bueno, pero pienso que la única relación que pudiera llegar a comprender es la de un guionista con su guión, aunque, por mi parte, sigo yendo a terapia de parejas para llegar a comprender al guión; digamos que el guión no entiende que no siempre tengo la respuesta y que debe ayudarme un poco y fluir solo, ¿o no? Porque al final de cuentas, esto es un trabajo en equipo, ¿no? Pero bueno, no hablaré de cuestiones personales...
La relación entre un carro, la máquina y el hombre, no tengo que comprenderla, pero puedo llegar a disfrutarla y lo hago. Un ejemplo muy claro es el corto C'était un rendez-vous de Claude Lelouch, ¿quién no disfrutaría una cosa como estas? O bien, quién no disfruta un programa como Top Gear, o quién no disfrutaría ver una carrera de Fórmula 1, o presenciar un Rally. Bueno... a mí como voyerista, me encanta. Pero es sólo eso, es decir, nunca tendría los testículos para manejar un carro de carreras o un carro deportivo (no tengo los testículos, ni siquiera, para meter mis manos en la máquina de un carro) igual una motocicleta, es más, ni podría manejar una cuatrimoto. A todas estas cosas, endemoniadamente hermosas, me puedo subir, pero no manejar. Hay una línea que siento que no debo cruzar, por eso a los carros y a las motocicletas les tengo mucho respeto, tanto así que no los manejo, a menos que sea necesario; pero si hablamos de establecer una relación, un nexo con un máquina y una máquina que sea nueva y que tenga que manejar todos los días (lo cual considero absolutamente doloroso), debe ser una camioneta Dodge o una Chevy. No hay nada que me guste más que una camioneta.

Pero ¿por qué hablo de carros y velocidad y relaciones? Por la película A man and a woman de Claude Lelouch, si bien no puedo decir que toda la película me gusta (aunque eso no importaría mucho), sí puedo decir que hay secuencias que me parecen fenomenales, pero hay otras que no soporto. En general me gusta el guión, es muy bueno y eso, en teoría, es lo más importante, pero en la práctica se sabe que si todos sus otros elementos no funcionaran bien, la película no habría sido buena. El guión de A man and a woman es un ejemplo claro de equilibrio y balance, por lo que resulta una película muy aceptable y muy agradable y no era para menos que tuviera una serie de premios que, afortunadamente, no explotaron comercialmente la carrera de Claude Lelouch. Por un lado tiene esa parte de romance que me hace vomitar porque llega a la cursilería; pero por otro lado tiene estas magníficas secuencias con los carros que exaltan a cualquiera.  


La historia de una joven guionista, Anne (Anouk Aimée), que perdiera a su marido (un doble de películas), en un accidente en el set; y Jean Louis (Jean-Louis Trintignant), un piloto de autos de carreras que, tras un grave accidente en las 24 horas de Le Mans, perdiera a su mujer porque ella se suicidó. Luego de una noche en que Anne pierde el tren de Deauville a París, tras dejar a su hija en la escuela en Deauville, conoce a Jean-Louis, quien tiene a su hijo en la misma escuela y se ofrece a darle un aventón de regreso a Paris. / The film tells the story of a young widow, Anne (Anouk Aimée), a film script supervisor whose late husband (Pierre Barouh) was a stuntman who died in an on-set accident, and a widower, Jean-Louis (Jean-Louis Trintignant), a race car driver whose wife committed suicide after Jean-Louis was in a near fatal crash during the 24 hours of Le Mans. They meet at their respective children's school in Deauville. They share a ride home to Paris one night after Anne misses the last train, and their mutual attraction is immediate.


Spoilers
La película tiene toques de todo un poco, si bien puede ser una historia de amor cursi, también hay escenas de acción (no hablamos de carros que chocan, vuelan o se incendian... bueno sólo un poco; o un protagonista que parece tener mil vidas. No.), pero también hay algunas escenas de bastante tensión dramática. No sé bien si es intencionado o si mi maldito pesimismo ha sentido algunas escenas con esa tensión, es decir, hay momentos en los que solo puedo pensar en que a uno de los personajes principales le pasará lo peor (quizá sea, como me han dicho algunos camaradas, que soy una "amargada" y no quiero que ninguna historia de amor funcione.) Es una película de género drama/romance sencilla, honesta y vulgarmente limpia, o sea, pulcra y esto se combina con una fotografía que logra ser bastante interesante, muy bien salvada dado el poco presupuesto que había para hacerla. 
Me gusta que el tratamiento va más allá de la historia de una relación que se está iniciando, en realidad hay varias relaciones en esta película. La película inicia con la relación de los padres con sus hijos, cada uno de los personajes conviviendo de una manera muy íntima que me hace recordar aquella frase "tiempo de calidad". Luego, están las relaciones previas de los protagonistas. Muy al principio, mientras Anne y Jean-Louis se dirigen a París, esta comienza a contarle quién es su esposo, qué hace y entramos en el primer flashback de la película. Debo decir que esta es la secuencia que más me desesperó, no nada más porque no me gustó el trabajo del actor, si no porque no soporté escuchar samba y francés al mismo tiempo, pero en esta secuencia nos queda claro que para Anne, su marido era practicamente un Dios y esto nos ayuda para  justificar una decisión que toma Anne ya avanzada la historia. Más delante, también dentro de un flashback, vemos a Jean-Louis, su accidente y todo el drama que se suscita con su esposa y, contrario al flashback de la relación de Anne, este flashback de Jean-Louis, me gusta mucho, creo que fluye mejor. El papel masculino está mejor trabajado, está mejor detallado y las secuencias me parecen mejor logradas, quizá porque el director, que se encargó también del guión, estuvo bastante identificado con el papel masculino, por lo tanto, se logra, para mi gusto, mejor el papel de Jean-Louis y la prueba de ello es que resulta sensacional la secuencia de entrenamiento en la pista de carreras. Me gusta muchísimo un corte de audio en donde pasa de música, al sonido del motor de un auto de carreras que va iniciando la marcha. El sonido es maravilloso y creo que esta secuencia (que sigue a la secuencia del marido de Anne) fue lo que me atrapó para que me quedara en la pelícua. Me gusta mucho ver esta relación de Jean-Louis con su trabajo, con los carros. No imagino lo emocionante que pudo ser filmar parte del Rally de Montecarlo para esta película. 
Por supuesto, sin que quede al final, está la relación principal entre Anne y Jean-Louis, que se va tejiendo mientras se desmenuza todo lo anterior, un tanto en tono explicativo si se quiere, pero que no "concede" la respuesta para el espectador; realmente nunca sabemos si se van a quedar juntos o no, pues incluso casi al final de la película se estira esa cuerda dramática lo más posible hasta que nos da un resultado satisfactorio, un resultado que continúa siendo fiel a la historia. Así pues, esta fue una película que ganó muchos premios. 

Me quedo con muchas cosas positivas de esta película (sí, la cusilería se queda a un lado) y eso es, primero, que este guión es ejemplo claro de equilibrio y balance, como lo había dicho antes y; segundo, el comenzar una fijación por el trabajo de Claude Lelouch puesto que, después de A man and a woman y C'était un rendez-vous, me topé con el cortometraje "Irán" y causó una emoción extraña en mí. He tenido mil preguntas sobre Irán, preguntas que no quieren responderse leyendo, si no viviéndolo y esto es algo que sé que no pasará, por lo que este cortometraje me ha hecho sentirlo sin estar presente y logra hacerme sentir  melancolía por un lugar que no conozco. Pueden dar click aquí para el cortometraje. Sin duda, creo que estoy enamorada de ese Claude Lelouch a los 29 años (a esta edad dirigió A man and a woman) y por ello, quizá también me quede con algo de la parte romántica de esta película y entonces pueda pensar en  tragarme un último romance en mi vida.


Siguiente película Shame (2011) - Steve McQueen o Synecdoche, New York (2008) - Charlie Kaufman


sábado, marzo 10, 2012

Melancholia (2011)


One Evening

An eagle descends from this sky white with archangels
And you sustain me
Let them tremble a long while all these lamps
Pray pray for me
The city’s metallic and it’s the only star
Drowned in your blue eyes
When the tramways run spurting pale fire
Over the twittering birds
And all that trembles in your eyes of my dreams
That a lonely man drinks
Under flames of gas red like a false dawn
O clothed your arm is lifted
See the speaker stick his tongue out at the listeners
A phantom has committed suicide
The apostle of the fig-tree hangs and slowly rots
Let us play this love out then to the end
Bells with clear chimes announce your birth
See
The streets are garlanded and the palms advance
Towards thee

Guillaume Apollinaire
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Había dicho en la publicación anterior (click aquí), que el siguiente review sería sobre la película Shame (2011) de Steve McQueen, pero me temo que tardará un poco en llegar a mis manos o a mis ojos, así que haré un paréntesis y comentaré algo sobre Melancholia de Lars von Trier, que estuvo dentro del famoso círculo de películas presentadas en la 64 edición del Festival de Cannes.
 
Two sisters find their already strained relationship challenged as a mysterious new planet threatens to collide with the Earth / Dos hermanas ven desafiada su relación, mientras un misterioso planeta amenaza chocar con la Tierra. 

Para un guionista, algo que está muy claro cuando brilla una "idea" en la cabeza, es el inicio y el final del guión. Lo que está en medio por lo general causa un poco de conflicto en el proceso de escritura. Una de las cosas que más disfruto de las películas, es el guión. Me atraen mucho aquellas películas que declaran una introducción larga, lenta, cadenciosa y, aparentemente, con poco sentido; pero todavía disfruto más aquella película que, desde esa introducción, me dice cómo terminará, cuáles son las reglas; o bien, a qué punto de la historia nos llevará cerca del final, aunque no sea el final de la historia por sí misma. Y más disfruto cuando ese final se respeta, por más desesperanzador que sea. (Ej.: una historia de amor, por más bonita que haya sido, no tendría justificación de sobrevivir, si se ha dicho desde un principio que ya terminó). Y debo decir, soy tan masoquista que disfruto mucho el desarrollo de la película que se la pasa en ese juego de estira y afloja, y va agregando granitos de esperanza que luego se van por donde llegaron. 

Melancholia me ha gustado mucho, creo que voy a caer en el error de estar, las siguientes líneas, sentenciando que es una película muy buena sólo porque la historia me ha gustado mucho, sin poder explicar, claramente, por qué me ha gustado mucho. 

Bien sabido es que Lars von Trier no le "queda" a la mayoría de las personas; ni él ni su trabajo. Pero siendo concretos, su particular forma de ver la vida, ha hecho de esta historia, una buena película, dirigida casi como un voyerista, siempre observando, espiando, de lejos, de cerca, descarado, como tratando de desconectarse de las situaciones que nos está contando. Me encanta esa dirección que me hace sentir que estoy metiendo mis narices donde no debo y que estoy observando algo que, finalmente, seguro que no quiero ver. Los puntos de vista, los ángulos de la cámara, me encantan. Imagino que debe ser muy bonito tener control sobre la dirección en tu propio guión. Cuando sea grande, quiero ser como Lars (Ja!) Por lo menos ya tengo la parte de obsesivo compulsivo, "esquizoparanoide", fóbico y no sé qué más. Ojalá en algún momento de mi vida pueda justificar todos estos "males".

Spoilers.
No estoy segura de que cualquier persona pueda identificarse con el personaje principal de Melancholia; ni quiera imaginarse cómo sería presenciar ese momento particular en la historia de la humanidad, que llega a ese punto al que estamos sentenciados todos. Pero una cosa es la muerte de una persona, un ser humano o un ser vivo, y otra es el fin del planeta Tierra. Es decir, en esta película no es sólo que el ser humano pueda desaparecer, si no todas las especies, sin dejar esperanza de preservación, alguna huella, algún rastro para futuros seres de que, en ese lugar, existieron unas cosas llamadas "seres humanos"; o bien, por otro lado, existe la sentencia de que somos los únicos en el universo, estamos solos. En esta película se acaba todo, desaparece, no hay más. No nos transformamos en nada y nadie sabrá de nosotros. El planeta Tierra choca contra otro planeta y no existe más. 
En la vida "real" la gente "normal" (los no depresivos) no se pone a pensar demasiado en el fin del mundo o en la muerte, y si se le llega a cuestionar, su respuesta es "por eso hay que vivir la vida al máximo" o "no me gusta hablar de esas cosas". Pero lo más interesante (que si bien la Tierra desaparece, nada importa ya), es que la gente normal tiende a no controlarse en situaciones un tanto extremas; por el contrario, aquellos dramáticos, depresivos, paranoides, retraídos, etc., tienden a estar más tranquilos porque, qué más da si ya esperan lo peor, si practicamente el caos es su segundo nombre, y consideran la almohada o la cama, el mejor refugio contra el mundo, por lo tanto, cuando el mundo esté cerca del fin, ahora sí, pueden salir y disfrutarlo, por lo menos media hora, justo antes de que la Tierra llegue a su fin. 
Bajo esta línea de diferencias entre hermanas se maneja la película: Justine (Kirsten Dunst), nombre que ha sido bien seleccionado por el personaje de Donatien, es una publicista algo inestable que recién se ha casado con Michael; y Claire (Charlotte Gainsbourg) es una aristócrata madre y ama de casa que tiene un matrimonio estable con John (Kiefer Sutherland), quien es un astrónomo aficionado.
La historia está muy bien dividida en tres partes: una introducción que comienza con la música del preludio de Tristán e Isolda de Richard Wagner y es acompañado de imágenes en "extreme" slow motion y termina con imágenes del planeta Tierra chocando contra otro planeta; luego sigue el capítulo de Justine e inicia con ella y su marido en una limosina que encuentra dificultades para avanzar en un camino de curvas cerradas, esto hace que se retrasen dos horas para llegar a su recepción, de la cual se ha encargado Claire en todos los aspectos junto con John. Ellos reciben a los novios a la entrada del salón y en algún instante, Justine mira el cielo y se da cuenta de que hay una estrella roja, John señala que es Antares. Luego, poco antes de entrar al salón para dar inicio a las actividades que ya han sido retrasadas, Justine decide llevar a Michael al establo para que conozca a Abraham, su caballo. Estas secuencias dan ciertos destellos de que hay algo más en la mente de Justine que su boda. Para cuando entran al lugar de la recepción, son recibidos por el planificador de bodas y el mayordomo de la casa, quien los invita a participar en un concurso para adivinar el número de frijoles que hay en una botella, cada uno habría de colocar frijoles dentro de ésta y luego dar un número aproximado (en el capítulo de Claire, Justine confieza que ella sabe cosas, cosas que las otras personas no, incluyendo el número exacto de frijoles). Pero en este punto es sólo el novio quien da un número. Una vez dentro del salón comienzan a saludar  a los invitados, luego, John brinda por los novios, conocemos a los padres de Justine, quienes están separados y vemos a la madre de Justine que se niega a dar un discurso, el padre juguetea en la mesa con dos mujeres llamadas Betty. El primero en dar un discurso para los novios es el jefe de Justine. Esta escena que, hasta hace muy poco no hubiera entendido el peso que tiene, es una muestra de cómo hacer negocios. Mientras el jefe de Justine da su discurso, proyecta una imagen de una campaña publicitaria y le demanda un slogan para, luego, despedirla de su puesto de copywriter y darle el puesto de art director. El siguiente discurso lo da el padre de Justine y da pie a una pelea-discurso por parte de la madre que deja en claro que odia los matrimonios. A partir de aquí comienza la decaída de Justine, quien cada vez más va sintiendo un peso dentro de ella que no puede explicar e intenta continuar con sus obligaciones como "la novia", pero poco a poco quiebra y va buscando refugio, primero lejos del salón de la recepción, cerca de un hoyo del campo de golf, luego en la cama justo a su sobrino Leo, al que ha puesto en cama para dormir, pero Justine también se queda dormida. Cuando Claire va a buscarla, Justine confieza que tiene una sensación muy extraña, pero no sabe qué es. Luego se pasa a la bañera de su cuarto, mientras en el salón le esperan para continuar con la fiesta, para esto, la madre de Justine, también toma un baño. John, esposo de Claire, va a buscarlas y aquí es cuando vemos por primera vez que la reacción de John es un tanto arrebatada, con justificación, si hay que decirlo. En cambio, Justine y su madre, siendo depresivas,  con todo el caos en la fiesta, logran estar lo más desconectadas de toda preocupación. Una vez que Justine ha salido de la bañera, logra partir el pastel junto con Michael, y continúa viéndose bajo presión cuando  Michael habla con Justine de planes a futuro, más concretos a 10 años, pero Justine parece no muy emocionada con el futuro; luego su jefe la presiona con su asistente para que le de ese slogan para la campaña, Justine decide encerrarse en el cuarto de lectura de la casa y mueve algunos libros que abre en ciertas páginas que contienen imágenes clave en la película. Luego, busca a su madre para platicar, pero una vez más encuentra rechazo. Continuando con la fiesta, los novios y los invitados se dirigen al campo de golf para lanzar al cielo globos aerostáticos pequeños color blanco sobre  los que se han dibujado o escrito en honor a los novios. John ha colocado un telescopio para que puedan ver los globos viajar en el cielo y es allí cuando Justine parece ir entendiendo que eso que le pesa, puede estar allá afuera. Tras un intento fallido de pasar la noche como marido y mujer, Justine abandona el cuarto y va al campo de golf donde tiene sexo con el asistente de su jefe. El novio logra ver esto y al día siguiente abandona a Justine. Ésta se encuentra derrotada pues ha perdido todo; en algún momento su vuelve a encontrar con su jefe y tiene una discusión por ese slogan y Justine termina confesando que odia su jefe y a su compañía, luego vemos que incluso un intento de hablar con su padre no se logró. Claire termina molesta con Justine por haberla engañado haciendo creer a todos que ese matrimonio y la fiesta era algo que ella quería y así termina el capítulo uno: Justine.
Claire, en el capítulo dos, recibe a su hermana Justine en la casa puesto que ha entrado en una fuerte depresión, pero con el tiempo y la ayuda de Claire, va saliendo y luego vemos que Claire, poco a poco, con la llegada de este nuevo planeta llamado Melacholia que, según los expertos pasará sólo cerca de la tierra sin chocar, va perdiendo los estribos. Por un lado, John, el esposo, intenta mantenerla en calma diciendo que el planeta no chocará con la tierra, que quizá sólo cause algunos fenómenos que terminarán por desaparecer, así se alistan en familia para el paso de este planeta. Leo, quien tiene mucho interés en la astronomía, crea un artefacto con el que puede medir el paso de éste, viendo el cambio de tamaño. Al parecer todo marcha bien, pero luego, una mañana, John se da cuenta que el planeta en realidad se está acercando al planeta tierra y que el fin está cerca, por lo que decide suicidarse. Cerca del fin, no sólo del mundo, si no de la película, Claire pierde el control y es Justine quien logra mantener la calma en beneficio de Leo, para que él se encuentre tranquilo y no sienta miedo puesto que su padre, justo antes de suicidarse, le dijo que el fin estaba por llegar y no había nada que se pudiera hacer. La película termina con el choque de nuestro planeta Tierra con el otro, pero no lo vemos desde el espacio, si no desde el campo de golf donde Leo, Claire y Justine, se han sentado dentro de una cueva hecha de palos que funciona como protección, o al menos eso hace creer Justine a Leo.

Definitivamente no  es una película que se pueda recomendar a gente depresiva. Pero es condenadamente bella en su depresión.


Siguente película Shame (2011) - Steve McQueen, o bien, A man and a woman (1966) - Claude Lelouch


 

sábado, marzo 03, 2012

Taxidermia (2006)


Gyorgy Palfi's grotesque tale of three generations of men, including an obese speed eater, an embalmer of gigantic cats, and a man who shoots fire out of his penis / El grotescto relato de Gyorgy Palfi sobre tres generaciones de hombres que incluyen un obeso competidor de carreras, un embalsamador de gatos gigantes, y un hombre que dispara fuego de su pene.

El trailer en particular hace que mi cabeza piense en que la locura en esta película serán palabras mayores, que estaríamos hablando de demencia y, desafortunadamente, no es así. Todo está en la forma en que se presentan las cosas, es el cómo, no el qué. Es decir, se puede señalar que algo es grotesco, pero eso no lo hace grotesco. En realidad, la película sólo me da risa, y de primer golpe no le veo sentido a absolutamente nada, hablando de manera global. Y no es que deba tener algún sentido, pero pareciera que sólo se trata de mostrar la historia (que no lleva a ningún lado) de tres hombres a lo largo de un período importante en la Europa Central. ¿Y luego? No basta con querer mostrar estas historias, pareciera que los personajes no tienen ninguna razón de ser, parecen personajes que están dentro de lo que se conoce como "daño colateral", su razón de ser es circunstancial, hay una relación causa efecto que no está del todo bien señalada. No se puede dejar al espectador que de todo por hecho. Hay un conflicto sobre lo que esperaba de la película, conforme al plot y la sinópsis, que me causó una terrible confusión. En la película se muestran tres personajes, pero el mejor estructurado es el que nos presentan como segundo personaje, Balatony Kálmán, de quien se muestra el principio, el desarrollo y el fin, así logramos tener preguntas y respuestas, una razón de ser "lógica". Es, realmente, el personaje que al final de la película, cuando me hice aquélla pregunta "¿Y luego?", lograra salvar, a mi gusto, la historia. Analizando las cosas a partir de este personaje, como dije, todo tiene un poco más de estructura. Creo que de no haber seccionado la historia en tres y centrándose en este personaje que es un competidor obeso de carreras de comida, habríamos seguido una sola historia y cualquier cosa que sucediera alrededor de ésta, le daría mayor fuerza. Por otro lado, me parece que de los tres personajes, el último es el daño colateral más grande y el primero sólo es un depravado pobre diablo. El director y guionista nos cuenta esta película, como relatos, seguramente, porque el guión está basado en los relatos del escritor húngaro Lajos Parti Nagy, desconozco cuáles relatos, no he leído nada de él, pero me gustaría hacerlo.

Culaquier cosa que haya dicho conforme al tratamiento de la historia o guión, no quiere decir que la película no tenga esas partes que, visualmente, para algunos demasiado enfermos, sean definitivamente atractivas y, para otros de estómago liviano, sean completamente asquerosas, bizarras y grotescas. La delicia visual es una cosa y el guión es otra. Sin embargo, en el momento que el espectador responde a estas escenas grotescas, imagino que se puede hablar de que el director ha logrado su cometido. Pero aún así creo le faltó hacer más redondo su guión. Sí hay elementos que señalan una muy buena dirección y todo este discurso que el director trae consigo y que quiere mostrarnos, sin olvidar al escritor que está de por medio con sus temas de crítica social, sexo, comida, política, etc. Si uno quisiera profundizar en por qué la película se llama Taxidermia, cuando en realidad son tres personajes, tendríamos que repasar los elementos visuales y, sobre todo, las últimas escenas, quizá ésto nos lleve a la conclusión, sin tener que rascar mucho, de que el ser humano puede llegar a ser realmente grotesco, desde el punto de vista que lo veamos.


SPOILERS
La historia comienza con Morosgavanyi, un soldado raso practicamente esclavo de la familia de su teniente. Morosgavanyi vive en una pequeña choza al lado del cuarto de servicio desde donde logra espiar a las mujeres (dos hijas y una esposa obesa) del teniente mientras se masturba. Pero su ritual comienza con una especie de seducción, lujuría hacia el fuego, lo besa, lo pasa por su piel como si fueran caricias y, extrañamente, con el pene erecto, también echa fuego de este. Después de una reunión, al parecer familiar, las personas comienzan a ir al cuarto de baño. En algún momento, Morosgavanyi, entre una serie de alucinaciones señaladas en una secuencia muy bien lograda, copula con la esposa obesa del teniente, pero al despertar de su alucinación en su cuarto improvisado se da cuenta de que está encima de un cerdo. El teniene lo descubre y lo asesina. De esta asociación extraña, la esposa obesa del teniente resulta embarzada y el teniente se hace cargo del hijo de Morosgavanyi como si fuera suyo, no sin antes cortarle una especie de cola de cerdo. La secuencia siguiente, en la tina de baño, girando la cámara de arriba a abajo para mostrarnos las funciones que ha tenido en otros tiempos como una mesa para amasar, es de las más afortunadas. Así pues, ha nacido Balatony Kálmán, que crece un niño obeso y desde pequeño entrena para convertirse en un competidor importante de carreras de comida, implementando nuevas técnicas de vómito (las cuales, el director tiene cero pudor en mostrar y es de las partes que al espectador le hubiese gustado no estar comiendo palomitas), y una especie de técnica para tragarse la comida. Luego de una competencia, en la que es distraído por la obesa campeona competidora de carreras de comida, Kálmán termina en el hospital. El flechazo que esta mujer deja a Kálmán es sellado cuando la mujer, para saludar a otro camarada, pasa el brazo por encima de la cabeza de Kálmán que está acostado en la camilla, dejando caer una gota de sudor de su axila con vello prominente cerca del ojo de Kálmán y se desliza hasta su boca y, pasando la lengua por sus labios, él saborea con ternura el sudor de su amada. De esta relación surge un bebé de dimensiones realmente pequeñas, al que sus padres sentencian que pondrán en línea para engordarlo, pero crece tal cual nació, un hombre esquelético con color anémico de nombre Balatony Lajoska. La vida de este hombre gira en torno a su profesión de taxidermista, así como cuidar de su padre que ha adquirido dimensiones perversas de obesidad. Cuando Lajoska no está trabajando, va al mercado a comprar paquetes de barras de chocolate para su padre, el cual las traga sin quitarles la envoltura pues, según dice, su cuerpo se encarga de digerir de una u otra manera el papel de la envoltura del chocolate; también compra comida para los gatos que su padre ha procurado mantener en engorda para concursos. Cada visita de Lajoska al súper sugiere, además, un coqueteo con pocos frutos a la cajera del supermercado. Un día, Lajoska pelea con su padre y decide no ir a atender más a él o a sus gatos. Pareciera que las cosas irían mejorando para este personaje, pero después de unos días, visita el supermercado para surtir los artículos que normalmente lleva a casa de su padre, pero encuentra que la cajera ya no está. El mundo comienza a verse desmoronado para Lajoska pues, al llegar a casa de su padre, encuentra que éste ha sido devorado por sus gatos. Lajoska parece tomar las cosas de manera normal, pero luego comenzamos a ver en planos muy cerrados que está tramando algo, una de esas cosas es disecar a su padre y la otra, preparar su propia muerte, lo cual logra con una calidad artística impresionante. El cierre de la película es en un museo donde estos dos cuerpos forman parte de una exhibición y es justo esta escena la que dice mucho del ser humano. Me parece uno de los momentos más rescatables y memorables de la película.

Siguiente película Shame (2011) - Steve McQueen